lunes, 21 de noviembre de 2016

Todavía más profundo que el mar

Después de la tormenta, de Hirokazu Koeeda (2016)
Título original: Umi yori mo mada fukaku (海よりもまだ深く),
Cartel de la versión francesa

Pronto va a llegar un nuevo tifón. Los medios de comunicación -la radio, la televisión- anuncian que ya ha alcanzado la isla sureña de Kyûshû, pero de momento todo parece tan normal como siempre. Hace un poco de viento, nada más. La vida cotidiana sigue su curso. El trabajo rutinario, los fracasos, las aspiraciones inclumplidas, las mentiras recurrentes, las dificultades económicas, las apuestas perdidas... Ryota es un escritor que no ha vuelto a publicar desde hace años y vive en la ruina. Su afición al juego fastidió su carrera literaria, su vida familiar y su propia autoestima. Ha naufragado, y su tabla de salvación es la posiblidad de pasar de vez en cuando unas pocas horas con Shingo, su hijo. El problema es que no puede pagarle la pensión a Kyoko, su ex mujer. ¿Cómo afrontar la vida en estas circunstancias? Esto es todo. A esto se reduce una película que narra mostrando un especial deleite por el detalle un fragmento de la vida cotidiana. No hay trama definida, ni existe clara progresión hacia un desenlance. Aparece, eso sí, el predicho tifón, junto con algún pequeño golpe de suerte, y el pobre Ryota encuentra al fin la oportunidad de intercambiar unas palabras con Kyoko. En medio de esta normalidad aparente se encuentra la delicadeza humana, el afecto y la inteligencia puesta en cada frase que pronuncia la abuela del pequeño y madre de Ryota, así como la sencillez, la humildad, los pequeños detalles. Koreeda, fiel a su estilo libre de toda pretenciosidad, retrata la vida de unos personajes con los que podemos fácilmente identificarnos, pues pertenecen, como todos nosotros, a un mundo de rutinas amables y dificultades solo aparentemente insalvables. Asistimos de nuevo, así, al mundo de Yasujiro Ôzu, al de su discípulo Yôji Yamada, o al de Naomi Kawase. Asistimos a un mundo bello y profundo, pero sin grandilocuencia. Es decir, al mejor cine japonés de todos los tiempos.
Cartel original de la película