jueves, 26 de enero de 2023

Las ociosas ocurrencias de Kenko Yoshida

Ahora que dispongo de más tiempo, vuelvo a escribir en este blog tras varios años sin hacerlo.

Releyendo el Tsurezuregusa. Realmente da en el clavo el monje Kenko Yoshida cuando dice «Las cosas son bellas precisamente porque son frágiles e inconsistentes». Y más adelante añade: «En todas las cosas, la uniformidad es un defecto. Es interesante dejar algo incompleto y por terminar, así se tendrá la sensación de que mediante esa imperfección se prolonga la vida de los seres». Es la estética de la incompletud, de la obra abierta e inacabada, algo que Occidente asumió tarde, ya entrado el siglo XX.

Más interesante es todavía la idea stendhaliana del valor de lo inalcanzado (que tiene un fondo socrático y también recogió Nietzsche), aquí intuida por el propio Yoshida cuando afirma: «La luna crece sólo para volver a menguar. Las cosas, cuando llegan a su máximo esplendor, fenecen. Y siempre será verdad que a todo lo que llega a su culmen le llega la ruina».

Una gran verdad bellamente expresada.

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