jueves, 1 de enero de 2015

La singularidad de la cultura japonesa

La estética tradicional japonesa es un fenómeno de tal complejidad que no puede sintetizarse en unas pocas líneas. La peculiaridad de la cultura japonesa ha sido motivo de análisis durante décadas; podríamos decir que son sobre todo los propios japoneses los que parecen entusiasmados con la discusión de la uniqueness o singularidad japonesa (nihonjinron), una cuestión que, a tenor de los miles de libros publicados en Japón desde la Segunda Guerra Mundial sobre el asunto, parece constituir una gran obsesión nacional. Hoy, cuando ya se ha dicho todo lo que pudiera decirse sobre el tema, la idea de que tal singularidad solamente puede ser apreciada en su totalidad desde una óptica cultural propiamente japonesa está puesta en entredicho; se trata de un mito nacionalista que contempla un modo específico de ser del pueblo japonés susceptible de ser plenamente comprendido solamente por un japonés1. Cuando los japoneses hablan de su propia cultura suelen acentuar exageradamente lo vernáculo, en una indisimulada subvaloración de las influencias foráneas2. Por supuesto, hay autores que hoy se declaran cansados del atávico y recurrente etnocentrismo de los japoneses, como es el caso del filósofo Hisayasu Nakagawa cuando declara: «Cada nación tiene la deplorable tendencia de creer que su cultura es la mejor del mundo3». Por otra parte, la excepcional singularidad de la lengua japonesa ha contribuido a reforzar el tópico de la uniqueness4.
          La realidad es otra: lengua y significado son fenómenos universales, comunes a la especie, y todo concepto idiosincrásico de una etnia o cultura diferenciada, o bien es traducible o bien es incorporable “tal cual” a cualquier cultura. Por ejemplo, esprit es una palabra llena de connotaciones pertenecientes a la cultura francesa; su significado no es el mismo que Geist, su homónimo en la cultura alemana, pues, a su vez, esta palabra parece tan cargada culturalmente que, aparte de resultar imposible que de ella se desprenda la plomiza sombra de Hegel, no es fácil de traducir a cualesquiera otras lenguas. Son términos tan llenos de matices de su cultura que poseen una especial riqueza exportable. El adjetivo inglés chic ha sido exportado a otras lenguas con buena parte su acepción original, y así lo vemos recogido en el diccionario de la R.A.E. con el significado de «elegante, distinguido, a la moda», igual que el sustantivo dandy («dandi» en español). Como muchos otros vocablos del inglés norteamericano, el idioma japonés ha incorporado el término chic (シック, shikku), aunque existe ya un término propio en la lengua japonesa para referirse a quien que exhibe una extrema elegancia: おしゃれ (oshare). Se puede conjeturar que cuando un japonés usa esta palabra no está incorporando detalles de la cultura anglosajona, sino de la suya propia, mientras que sí habría connotaciones anglófonas en el uso del término shikku, connotaciones que no tienen otros adjetivos también traducibles por «elegante», como es el caso de 上品 (jôhin).
       Todas las lenguas importan términos de lenguas foráneas; con ello recogen significados en ocasiones especialmente pintados de matices culturales y se van enriqueciendo, evolucionando y modificándose. Las culturas son dinámicas, y su progreso es en buena parte fruto de la permeabilidad con la que entran en sus usos lingüísticos palabras de culturas ajenas. El japonés posee una infinidad de palabras de origen chino, como también son de origen chino los ideogramas de su escritura. Muchas de ellas son polisémicas y pueden distinguirse simplemente atendiendo a su forma escrita. Una de las más conspicuas es iki, que escrita 意気 se traduce habitualmente por ánimo, brío o moral5, pero escrita 息 significa respiración, aliento; si la escribimos 域 es grado, etapa, límite o nivel, y si aparece de este modo, 生き, entonces significa frescor. Con el ideograma 粋 es elegancia, gracia, gusto. Por si fuera poco, escrita en el silabario hiragana, いき, posee otra peculiar acepción que parece en principio intraducible; se trata de un significado que define bastante bien la estética tradicional japonesa, y cuya compleja trama de matices semánticos el filósofo Shûzô Kuki (1988-1941) se esforzó en explicar6. Lo hizo desde el lenguaje de la filosofía occidental, que tan familiar le resultaba.

    En las próximas entradas de este blog vamos a aproximarnos al concepto de iki para facilitar una introducción comprensible a la estética tradicional de Japón. Veremos el concepto de iki según el análisis fenomenológico de Kuki, y extenderemos seguidamente dicho concepto a uno de los rasgos esenciales de la estética japonesa: la idea de relación conocida como 間 (ma). Esto nos permitirá tener una visión coherente de la peculiaridad estética del Japón tradicional que perdura a pesar de los profundos cambios históricos que ha experimentado la cultura de este país.




[1] Peter N. Dale (1991): The Myth of Japanese Uniqueness, Palgrave Macmillan.
[2] Japón importó, via Corea, el arroz de China en el segundo milenio a.C., la metalurgia del bronce en el milenio siguiente, y la escritura china y el budismo en el primer milenio de nuestra era. El sintoismo, que siempre se ha supuesto autóctono, parece hoy demostrado que procede del antiguo taoísmo chino.
[3] Hisayasu Nakagawa (2006): Introducción a la cultura japonesa, Melusina.
[4] Aunque es un tema que todavía suscita controversia, el japonés es lengua de estructura gramatical aglutinante y se tiene por lengua altaica, emparentada por tanto con el coreano, las lenguas mongoles y las túrquicas. La lengua que posee un mayor parecido léxico con el japonés es túrquica: el uigur, hablado en la región china de Xinjian y en parte de Kazajistán; un idioma que guarda grandes similitudes con el uzbeco.
[5] Los ideogramas que componen este término significan correlativamente mente y espíritu.
[6] Kuki, Shûzô (1930/2007), The Structure of "Iki". Reflections on Japanese Taste. Sydney, Power Publications. El título original de la obra es 「いき」の構造 ("Iki" no kôzô). Hay traducción al español: Kuki, Shûzô (1930/2012), La estructura del Iki. Reflexiones sobre el gusto japonés, Buenos Aires, El Cuenco de Plata. Citaré la obra por la versión inglesa.

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